20 enero 2010

Música y habla humana

Las escalas son sucesiones de sonidos consecutivos de un sistema que se suceden regularmente en sentido ascendente o descendente, con relación a un solo tono que da nombre a toda la escala.

Dado que el ser humano puede distinguir 240 tonos distintos a través de una octava en el rango medio de la audición, en principio podrían usarse un gran número de combinaciones tonales para crear música.

Sin embargo, las composiciones musicales occidentales clásicas, la música folk y la música popular, así como otras tradiciones musicales, utilizan un número relativamente pequeño de escalas que suelen comprender entre cinco y siete tonos, explican los investigadores.

La causa de esta limitación se desconoce, pero en el presente estudio se ha demostrado que los componentes de los intervalos de la mayoría de las escalas más usadas y extendidas en la historia de la música y en todas las culturas son aquéllos con mayor similitud espectral global con una serie de armónicos.

Estos hallazgos sugieren que los seres humanos prefieren las combinaciones tonales que reflejan las características espectrales de las vocalizaciones de nuestra especie, así como ponen de relieve la similitud espectral entre las escalas utilizadas por diferentes culturas.

Conclusiones

Para estudiar el contenido emocional de la música, los científicos de Duke elaboraron una base de datos con melodías de alrededor de 1.000 composiciones de música clásica y más de 6.000 canciones de música folk, y luego analizaron sus cualidades tonales.

Por otro lado, también se pidió a 10 personas que dijeran palabras aisladas con diversos tonos de voz, o que pronunciaran breves monólogos. La comparación de ambos registros reveló las relaciones entre música y lenguaje.

Según declara Purves en el comunicado de la Universidad de Duke, estas investigaciones demuestran que existe una fuerte base biológica en la estética del sonido: los humanos prefieren combinaciones tonales musicales similares a aquéllas que se encuentran en su habla.

Esto significa que la razón principal por la que apreciamos la música es porque ésta imita nuestro propio discurso, que ha resultado clave para nuestro éxito evolutivo. Purves afirma que “nuestra apreciación de la música es un feliz subproducto de las ventajas biológicas del discurso y de nuestra necesidad de comprender su contenido emocional”.

Todavía se desconoce qué se produjo primero en nuestra especie, si el canto o el lenguaje, pero los científicos suponen que “la comunicación emocional tanto en el habla como en la música enraíza en ambos casos en vocalizaciones no lingüísticas para la expresión de emociones”.

Eco de:
Tendencias 21

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