11 setiembre 2008

Rana selectiva


La rana Odorrana Tormota es el único animal que puede seleccionar las frecuencias que quiere escuchar. Los investigadores creen que esta peculiaridad se ha producido por habitar en un ambiente muy ruidoso debido a las cataratas y la circulación de agua a gran velocidad.

Un equipo de investigadores ha descubierto que una rana, que vive cerca de los manantiales ruidosos en una zona de China central, puede utilizar sus oídos como sintonizadores. Puede captar selectivamente diferentes frecuencias sonoras, pasando de una a otra a voluntad, de la misma manera que con el sintonizador de una radio podemos cambiar de una frecuencia a otra. Es el único ejemplo conocido de un animal que puede seleccionar activamente las frecuencias que oye.

El descubrimiento ha tenido lugar durante una investigación dirigida por científicos de la Universidad de Illinois, de la Universidad de California en Los Ángeles, de la Academia China de las Ciencias y de la Escuela Médica de Harvard. Los investigadores hicieron el descubrimiento al examinar los tímpanos de una rana poco común, la Odorrana Tormota, que se comunica mediante llamadas parecidas al sonido de los pájaros, y que van desde las frecuencias audibles para el ser humano hasta los ultrasonidos. Una investigación previa, llevada a cabo por dos de los autores del presente estudio, desveló que la rana produce llamadas ultrasónicas y responde a ellas. Los otros animales conocidos para usar la comunicación ultrasónica son murciélagos, delfines, ballenas y algunos insectos, pero estos no consiguen discriminar las frecuencias a voluntad.

Utilizando un vibrómetro láser para medir la vibración del tímpano, los investigadores ratificaron que éste ciertamente sí responde a sonidos de la franja audible y de la ultrasónica. Pero también se dieron cuenta de algo que no podían explicar: la sensibilidad del tímpano a los ultrasonidos a veces desaparecía por completo.

Mientras trataban de esclarecer los peculiares resultados obtenidos al medir las vibraciones del tímpano, los investigadores se percataron de la aparición y desaparición repentinas de una extraña sombra en el tímpano.

Una investigación más profunda reveló que las ranas pueden abrir y cerrar a voluntad sus trompas de Eustaquio, los dos canales estrechos que conectan ambos lados de la faringe con el oído medio derecho y el izquierdo.

En todos los libros de texto sobre la comunicación sonora y la audición de las ranas, se explica con claridad que las trompas de Eustaquio están permanentemente abiertas, de modo que la capacidad de esta rana es del todo atípica. Cuando están abiertas, las trompas de Eustaquio, a grandes rasgos, unen el oído derecho y el izquierdo de la rana. Esta unión acústica entre ambos oídos los hace sensibles a la dirección de los sonidos, de manera que la rana pueda localizarlos.

Los investigadores descubrieron que los tímpanos de las ranas se tornaban muy sensibles a las altas frecuencias y los ultrasonidos cuando sus trompas de Eustaquio estaban cerradas, en comparación con los momentos en que estaban abiertas. Cuando las trompas de Eustaquio estaban abiertas, los tímpanos respondían mayormente a los sonidos de baja frecuencia.

Por eso, al parecer, las ranas son capaces de sintonizar a voluntad las frecuencias sonoras específicas de su interés. Pueden cambiar su audición hacia las altas frecuencias y los ultrasonidos cuando el ruido de baja frecuencia de las aguas que discurren en su entorno es tan intenso que no les permite captar las llamadas de parejas potenciales o de rivales.

La rana vive en un ambiente muy ruidoso en el borde de los arroyos en Huangshan, en el centro de China, donde hay muchas cascadas de agua y esta circula a gran velocidad y proporcionar un ruido constante a un nivel elevado. La estructura del oído tan insólita y las llamadas agudas son probables una adaptación evolutiva al ambiente ruidoso.

En las pruebas en laboratorio con machos y hembras, se observó como un macho podía saltar hacia el sonido emitido por la hembra con una exactitud de más del 99%. Hasta el momento sólo se conocían a las personas, los elefantes, las lechuzas y los delfines con una capacidad de descubrir el sonido con tal precisión. La pequeña distancia entre los oídos de la rana, aproximadamente un centímetro, hace su capacidad de localizar el sonido mucho más impresionante. Si nos fijamos en los animales antes descritos, todos tienen los oídos separados bastantes centímetros.

Todavía no se sabe al 100% como consiguen localizar espacialmente la fuente de sonido con tanta precisión, pero estos estudios probablemente tendrán implicaciones para la salud humana. Detrás del estudio de la rana, quizás se encuentre el diseño de un audífono "inteligente" que aumenta las señales de sonido de interés respecto a otros sonidos en el ambiente inmediato del oyente y además una buena localización de ellos.



http://acusticaweb.com/

Mediateletipos x 3



Airborne Ultrasound Tactile Display

Uno de los sueños de la realidad virtual siempre ha sido la posibilidad de llegar a tener una interacción física con ese mundo de ceros y unos que sólo existe en el plano no-físico. Hace años que somos testigos de interacciones virtuales-físicas con diferentes medios, especialmente a través de trajes y guantes con sensores. Este año en el SIGGRAPH08 se presentaba un proyecto de la Universidad de Tokio que va un poco más allá, utilizando ultrasonidos aplicados directamente a la piel, lo que ofrece la posibilidad de interactuar con objetos virtuales sin la necesidad de ningún accesorio mecánico.








Magnetic Flights
by Christina Kubisch

La alemana Christina Kubisch es ya un nombre clásico en esto del arte sonoro, nacida en 1948 y en activo desde los setenta, pertenece a esa primera generación de artistas considerados específicamente sonoros, aunque su trabajo no ha dejado de evolucionar y desde mediados de los ochenta también trabaja con luz en sus instalaciones. Algunos de sus trabajos mas conocidos se basan en inducción magnética y hacen audible el campo electromagnético circundante, especialmente el de nuestros entornos urbanos. Así encontramos sus Electrical Walks o este nuevo trabajo Magnetic Flights, que le ha valido una mención en los Prix Ars 2008, y que está compuesto en su totalidad a base de grabaciones de campo electromagnéticas realizadas en aeropuertos y dentro de aviones.





Klangkapsel / Sound Capsule
by Satoshi Morita

Prix Ars Electronica 2008, Honorary Mention Digital Musics

Sound Capsule es una capsula que trata de crear una experiencia basada en la escucha multisensorial, integrando la percepción audible con la visual y la táctil. Para ello, integra un par de altavoces y una serie de transductores que transmiten vibraciones a todo el cuerpo mediante una cápsula en la que el oyente se introduce. Tuvimos la ocasión de probarla en Ars Electronica y el resultado fue francamente satisfactorio, nos sentimos completamente inmersos en una experiencia de escucha muy distinta a las habituales y que realmente nos llegó a través de todo el cuerpo. El contenido sonoro fue algo sorprendente, pues en lugar de estar basado en sonidos abstractos, como podría esperarse de un trabajo con esta estética minimalista, está basado en grabaciones de campo de acciones diversas. Nosotros escuchamos-sentimos una pieza en la que alguien va pedaleando en bicicleta, y percibimos los sonidos de la propia bici, del tráfico alrededor, y de la respiración y los latidos del ciclista. También nos comentaron que otra de las piezas creadas para el proyecto está basada en una escena sonora en una cocina, en la cual unas verduras son cortadas.

Este trabajo es parecido a Sonic Bed, otro proyecto similar desarrollado por Kaffe Matthews, que por cierto también se llevó una distinción en la categoría Digital Musics en el 2006. Pude experimentar este otro proyecto recientemente en una exposición en Amsterdam en Julio, y aunque sus aproximaciones al ’sonido tactil’ son algo distintas, la Sound Capsule me gustó casi más en esta primera escucha al resultar en una experiencia diría que más inmersiva e íntima, mientras que en la Sonic Bed las vibraciones recibidas en el cuerpo eran mucho más pronunciadas. Un factor que las diferencia es que en este caso la escucha es totalmente individual, mientras que en la Sonic Bed caben varias personas. Aunque solamente probé la capsula una vez (durante 4 minutos, lo que dura la escena sonora del paseo en bici), me sentí realmente inmerso en ella y por un momento sentí mi respiración sincronizarse con esa que estaba escuchando en la grabación; esta experiencia sonora me recordó también al trabajo 5000mNewWR publicado por AS11 en el sello griego Antifrost en 2001.


http://www.mediateletipos.net/

10 setiembre 2008

Cantos Huicholes 2

Al concluir la temporada de lluvias y tras levantar la cosecha, los wirraritari, como se dicen en su lengua los huicholes, agradecen a sus dioses su protección y generosidad con un festejo nocturno que, heredado de sus ancestros, mantiene viva la tradición de esta etnia.

Se trata de la Fiesta del Tambor, uno de los "mitotes" que los huicholes celebran como parte de sus ritos mágicos sagrados en los que se realizan cantos y danzas mientras su sacerdote conversa con las diferentes deidades para agradecerles las lluvias y la buena cosecha y convencerlas de que no envíen enfermedades y les ayuden a resolver sus problemas. Para ellos, lo mágico y lo sagrado puede significar poderoso o extraño, pero también peligroso.

Al inicio de la ceremonia, dos ayudantes del marakame Vicente Montoya de la Cruz se turnan para tocar el tambor que acompaña rezos y cantos, y otro más reparte entre sus hermanos de raza -hombres y mujeres- colocados en círculo alrededor de la fogata unas largas varas secas que, con gran ceremonia, se pasan por todo el cuerpo.

Luego, uno por uno de los asistentes se acerca al fuego y arrojan las varas. Los hombres se retiran de inmediato mientras que las mujeres se acercan y se levantan ligeramente el vestido y la blusa para que el humo penetre a su cuerpo.

Según el gestor social Braulio Muñoz Hernández, funcionario comunal de Guadalupe Ocotán, una de las comunidades huicholas más importantes de Nayarit, al consumirse las varas "sus pecados habrán desaparecido y estarán purificados".

Regalo de la madre tierra

La Fiesta del Tambor representa uno de los rituales más importantes en la vida y costumbres de los wirrarritari y no escatiman tiempo, dinero o esfuerzos en los preparativos que duran varios días con el fin de agradecer a sus dioses el regalo que les dió la madre tierra, comenta Muñoz Hernández.

Entre sus rezos o cantos, los marakames o chamanes huicholes piden a todos sus kakauyares -dioses- los ayuden para que no les falten los alimentos y para que niños y adultos no se enfermen, dice el gestor social.

El ritual incluye la preparación de la bebida sagrada, el tejuino, que varios días antes las mujeres lo preparan con maíz germinado y seco molido cocido con agua a fuego lento durante más de 24 horas a un lado del fuego del comal de cada una de las casas, nunca de manera directa. Así cocido, el maíz, previamente colado, se pone a fermentar por lo menos 12 horas, antes de poder ser consumido.

Para que el marakame Vicente Montoya de la Cruz pueda iniciar su contacto con los dioses, se sienta en un equipal -un rústico sillón elaborado con varas y forrado de cuero- y coloca en sus pies una sonaja y el "ojo de dios huichol" -especie de abanico con figuras de coloridos estambres-, y rodeado de varas o flechas, que purifica rociándolos con una flor mojada con tejuino.

Siempre acompañado por el sonido del tambor y de sonajas, el marakame pronuncia sus oraciones mientras recibe de mujeres y hombres pequeños recipientes con tejuino y aguardiente para que los pruebe. Antes de consumir el contenido de esos recipientes moja su dedo índice en el líquido y señala los puntos cardinales.

La media noche llega tras cinco sesiones de rezos que corresponden a cada uno de los lugares sagrados ubicados en los puntos cardinales, que según la tradición huichol son norte, sur, este, oeste y centro, aunque las danzas y cantos continúan hasta la madrugada.

Los niños, sagrados

El día siguiente está dedicado especialmente a los niños y desde temprano los huicholes instalan un altar con la imagen de la Virgen de Guadalupe, rodeada del "ojo del Dios huichol", flechas ceremoniales y el bastón de mando del gobernador tradicional.

El "ojo del Dios huichol" está constituido por varas de caña adornadas con hebras de lana en colores, con un diseño angular que simboliza el medio por el cual el dios Kauyumali ve y comprende los misterios del mundo. Son consideradas varitas mágicas llamadas sikulis y en las fiestas se usan para asegurar a los niños y adultos de la etnia salud y larga vida.

Hasta ese altar, durante el día, llegan hombres y mujeres huicholes a depositar sus ofrendas, principalmente elotes, fruta, comida, tamales, tortillas, velas y tejuino.

Mientra suena el tambor y un coro encabezado por el "marakame" entonaba cantos que hablan de la bondad de sus dioses, los lugares sagrados y el respeto y veneración que se les debe guardar, uno de los ayudantes con el dedo índice de la mano derecha marca con tizne la mejilla izquierda del rostro de cada uno de los niños de uno a seis años de edad que son llevados por sus padres.

La marca permite a los dioses identificar y ubicar a los niños para que los cuiden durante el viaje que el espíritu de los niños realiza ese día por los lugares sagrados, indicó el gobernador tradicional huichol, Casimiro Montoya.

La comida de los dioses

Por la tarde, las ofrendas son consumidas y parte de ellas se dejan en el altar para los dioses que habitan en Wirikuta, la tierra mágica del peyote que los huicholes ubican en Real del Catorce, San Luis Potosí, a donde cada año durante el verano, los diferentes grupos envían a sus representantes para la recolección tradicional de ese cactus alucinógeno.

Durante el Festival del Tambor, el sacerdote -marakame- de 89 años soporta los helados vientos de la noche y el candente sol del mediodía, aunque bien provisto de tejuino y aguardiente, pero siempre circunspecto.


TEXTO: ARTURO SORIANO LIMA
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