17 octubre 2006

Freqtic Drums


¿Eres músico? Durante un concierto haces vibrar a tu público pero seguro que te gustaría saltarte esa barrera que te separa del público. Y no me refiero a tirarte encima de la multitud sino de convertirlos en instrumentos.

Es lo que se propone Tesuaki Baba con su Freqtic Drums, un dispositivo que, mediante una serie de sensores, puede convertir el público en los címbalos y platillos de una batería, en auténticos instrumentos de percusión.

No se trata de darles un cachete en la cabeza sino tocar simplemente sus manos. El Freqtic Drums usa la actividad electro-dérmica de la piel, así como su resistencia, para establecer y determinar el tipo de contacto. Los sonidos transmitidos por el cuerpo humano se interpretan como señales MIDI.

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13 octubre 2006

La voz dibuja


Impresionante, esta performance de Golan Levin y Zach Leiberman sorprende por la calidad y nivel de interacción entre el audio y lo visual. Usando la voz, ruidos y gritos de ambos vocalistas, logran dibujar e interactuar con el dibujo, todo esto en tiempo real; el resultado es sensacional.

Procesado por una potente aplicación, la voz se transforma y se plasma en dibujos, usando los matices tonales de la voz para crear gráficos complejos. Lo mejor es que los gráficos cobran vida propia y interactúan con su progenitor, no son para nada estáticos.

Es más, también sirven como controladores visuales, y permiten la interacción y el juego. Todo esto resulta muy curioso y a la vez emocionante, es como si la voz se proyectará y cobrará vida mediante efectos digitales. El verbo plasmado en el lienzo, los efectos gráficos del entorno del lenguaje… una idea original.

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12 octubre 2006

Maceo Parker


La banda fue entrando en tono de fiesta. Primero el piano eléctrico haciendo su introducción jazzeada, una batería que arrancó marcando el pulso despacito, calentando los motores, y la guitarra, y el bajo, y el coro, y el trombón y la trompeta. Suma y clima.

Funk. Esa debería ser la única palabra.
“To be or not to be…funky” dijo Maceo.

Los clásicos beats del baterista funk, golpeando duro y seco, implantando un ritmo firme. El bajo y su slap, que por momentos recordaba a Marcus Miller. La guitarra que sabía contornearse entre las frases típicas y lo contemporáneo, con claras influencias del Delta Blues del Missisipi.

El dúo de los coros no se limitó a contestar las insinuaciones cantadas del líder, sinó que rapearon (él) y gritaron con todo el mood (ella), exprimiendo las dotes de su garganta.

Cuando te dicen “Get it up”, pues es eso, arriba. Maceo tocó su saxo alto en solos, en diálogos, con instrumentación y sin ella, cerca y lejos de los micrófonos, inclinado y caminando. Pura energía. Un funk crudo lanzado al público para ser compartido. Agite.

También hubo tiempo para algunas tranquilidades y homenaje a Ray Charles, incluyendo “Georgia On My Mind”, que aunque no fuera compuesta por Ray, su sentida interpretación la convirtió en suya. Nadie puede concebir Georgia sin Ray. Nobody.

Todo esto ocurrió ayer, 11 de octubre de 2006, en el ex Cine Central, ahora convertido en Teatro-Boliche-Espacio cultural.

Personalmente, me llevo en la memoria unos solos de trombón creativos como ninguno, fraseando rápido, lento, con dibujos extraordinarios, con juegos, con llamadas de elefante incluidas. La trompeta estaba llena de fuerza, pero no me cautivó tanto. Subía y subía, cubriendo ampliamente las frecuencias más agudas. Fuerza, locura. El saxo de Maceo dijo muchas cosas, como siempre muy rápido, y tuvo varias cumbres y broches, con ganchos repetitivos que te empujaban siempre más allá. Todos los arreglos de vientos fueron brillantes. El bajo fue junto al baterista la más clara expresión del funk.

Tengo un disco grabado de un concierto de Maceo hace unos años, allá por el 92 (Life On The Planet Groove). Me gustaba, pero me doy cuenta que no lo entendía del todo. Luego de verlo en directo y sentirlo en la piel, es otra cosa. Hoy no pude evitar escucharlo entero sin dejar de sonreír. Con el funk, Maceo comparte una energía única con su público. Es diversión, es tribu, es el presente, es festejo.

Si alguna vez tienen chance de presenciarlo, no la dejen pasar.

A continuación les transcribo una entrevista que encontré en internet, y unos datos sobre su carrera.


- Para mucha gente ‘Sex machine’ es la música de un anuncio de TV ¿qué opina?

- Puede ser una pena que no conozcan a James Brown, pero es una enorme satisfacción que me conozcan a mí. (risas)

- ¿El músico de funk se hace o nace?

- Cuando era crío mi familia era pobre, pero también era muy musical. Siempre estábamos escuchando música o haciéndola. Con ella se nos olvidaba la pobreza. Ahora estoy contento de haberme podido dedicar a lo que me gusta y de poder traer felicidad a la gente

- ¿Qué recuerda de la ‘experiencia J.B.’?

- En los J.B. Horns aprendí mucho, realicé mis primeros viajes, vi muchas ciudades que no conocía y me acostumbré a lo que supone convivir con otros músicos. James Brown y todos mis demás compañeros me han ayudado a llegar a donde ahora estoy.

- ¿Para captar a un público más joven ha introducido el hip hop?

- No exactamente, el hip-hop es una música emocionante, llega a los jóvenes y hace a la banda distinta de cualquier otra que sea, meramente, un proyecto instrumental. Es un elemento pequeño dentro de nuestra música, pero muy importante y que introdujo en el grupo mi hijo Corey, eso es cosa suya.

- Tres horas de concierto ¿para qué tanto?

- La vida es dura y la música trata de hacérnosla más agradable. El objetivo principal para tocar en directo es que la gente que nos ve sea más feliz al salir del concierto que lo que lo era tres horas antes. Es por eso por lo que tocamos funk.

- 200 conciertos al año ¿no se cansa?

- Nuestra función principal es tocar en directo, ciudad a ciudad, país a país. Es lo que hemos elegido como forma de vida y lo que nos permite compartir nuestro amor con quienes nos escuchan. Estoy enamorado de la música, del directo. Hace ya muchos años que tomé esta elección y me gusta pensar que hago feliz a la gente cuando ésta mueve los pies.

- Tiene 60 años ¿ha pensado en jubilarse?

- No sé que haría si no tocara el saxo. Puede que me dedicara al piano, que es más reposado, o dedicaría mi tiempo a trabajos benéficos intentando ser un Robin Hood que pasara el dinero de los hombres más ricos a quienes realmente lo necesitan. Ya veré lo que hago cuando me jubile, pero aún no lo he pensado.

- En España usted es un crack ¿se esperaba esto aquí?

- Al principio fue una sorpresa para mí que nuestros conciertos funcionaran tan bien en España. Intentábamos tener un espectáculo que invitara a pasarlo bien y que resultó encantador para la gente. Hay mucho público que, cuando nos conoce en un concierto, quiere repetir, y eso es lo que hace que, cada vez que pasamos por aquí, toquemos más y más.

- ¿Todos los saxos aspiran a tocar jazz?

- Algunos no, yo escuchaba música funk de joven. Eso es lo que tocaba en Carolina del Norte cuando estaba empezando y es lo que siempre he querido hacer. La mayoría de los saxofonistas, cuando están empezando, sueñan con tocar como John Coltrane, Sonny Stitt, Charlie Parker o Cannonball Adderley. Y ése es probablemente el motivo por el cual mi estilo era un poco distinto, porque yo no crecí así. Lo hice tocando material funky: los Meters, James Brown, Ray Charles y todo aquello. Mis héroes saxofonistas eran Hank Crawford, David Fathead Newman y King Curtis, no Coltrane, Bird o Cannonball.

-¿Qué diferencias encuentra entre jazz y funk?

- El jazz es más personal, no involucra tanto al público. Es una música para disfrutar, pero… es minoritaria. El funk, sin embargo, parece más sencillo, es más abierto y llega a más gente. Además, tiene un inequívoco mensaje de paz y felicidad. Si puedes proporcionárselo a otras personas, mejor que mejor. El funk te atrae y te ves metido dentro de ella, por lo que, si quieres pasarlo bien, siempre puedes escuchar funk. Sobre todo el nuestro.

- Ha estado en infinidad de discos ajenos, pero también ha recibido visitas ilustres en sus discos: Prince, James Taylor y Ani di Franco

- No puedo tener sino halagos para Prince, que se involucra en todos los aspectos del espectáculo y está pendiente hasta de las luces o de la ropa que llevas. Tiene un gran registro vocal y es capaz de tocar cualquier instrumento. Hay un proyecto para que produzca uno de nuestros siguientes discos, pero no tengo ni idea de si será el próximo, el siguiente o el que tenga que venir. Estoy muy orgulloso de colaborar con una parte de la historia de la música pop.

- ¿Y James Taylor ? ¡no es nada funky!

- Siempre he admirado a cualquier artista por el solo hecho de trabajar en esto. Es como una especie de hermandad. Pero James Taylor... El siempre ha sido uno de mis favoritos: me gusta su música, sus canciones... No le conocía personalmente, pero coincidió que sus hijos aparecieron por el estudio cuando estábamos trabajando en el disco. Surgió el comentario y no sé lo que harían cuando volvieron a su casa, pero recibí una llamada telefónica en la que me decían: 'Prepárate: James Taylor estará allí mañana.

- “Música hecha por hombres, no por máquinas” ¿tiene algo contra la música sintética?

- No tengo nada en contra de quien usa la música electrónica, pero, afortunadamente, yo puedo tener a mi alrededor grandísimos músicos y no necesito las máquinas. Eso sí: cada uno es libre de usar lo que quiera para expresarse. No sé, si a la gente no le gustara lo que hago a lo mejor le prestaba más atención, pero mi público parece disfrutar bailando con lo que yo le doy. No necesito más.

(por Juan Jesús García).


MACEO PARKER nació en Kingston, Carolina del Norte en 1943 dentro de una gran familia musical; Sus padres cantaban Gospel en el coro de su iglesia y su tío formaba parte del grupo THE BLUE NOTES; MACEO empezó a aprender a tocar el saxo a los 8 años y sus hermanos Melvin de 9 años y Kellis de 10 eligieron la batería y el trombón respectivamente; Los 3 muchachos crecieron influenciados por sus héroes musicales: HANK CRAWFORD, CANNONBALL ADDERLEY y KING CURTIS.

En 1962 MACEO empezó su carrera musical alternándola con los estudios; En esa época ya empezaba a girar tocando para músicos como MARVIN GAYE y BEN E. KING; En 1964 su hermano Melvin y él entran a formar parte de la banda de JAMES BROWN, empezando a realizar largas giras y a grabar discos. En 1966 MACEO interrumpe su carrera para hacer el servicio militar y es destinado en bases americanas europeas en Alemania y Francia hasta 1968; Durante todo ese tiempo formó parte de la Banda de música del Ejercito; A su regreso se incorpora de nuevo a la banda de JAMES BROWN.

Durante los años 70´s entra y sale varias veces de la banda de JAMES BROWN, organizando su banda MACEO & ALL THE KINGSMEN grabando 2 álbumes: "Doing Their Own Thing" y "Funky Music Machine" ; Durante los años 80´s continua colaborando en la banda de JAMES BROWN y alternando también con otras formaciones como PARLIAMENT de GEORGE CLINTON o con THE HORNY HORNS de BOOTSY COLLINS y FRED WESLEY. De JAMES BROWN lo aprendió casi todo en el negocio del espectáculo, curtiéndose también con él en agotadoras giras por todo el mundo y al mismo tiempo a aprovechar su tiempo libre durante los viajes y ratos libres en los hoteles para componer y planear su futuro.

Así que en los años 90´s MACEO tuvo la oportunidad de poderse dedicar durante mas tiempo a sus propios proyectos, grabando 2 excelentes discos que tuvieron un gran éxito "Roots Revisited" en 1990 y que estuvo durante 10 semanas en el Nº 1 de las listas de BILBOARD y "Mo´ Roots" en 1991. Definitivamente en 1992 con su disco en directo "Life On Planet Groove" fue cuando consolidaría su carrera en solitario con un sonido mas sólido y un estilo muy personal, cuya formula, definiría el mismo como: "... un 2 % de Jazz y un 98 % de Funk ..." , y que además enganchaba a otro tipo de publico mas joven. El disco de 1998 titulado "Funkoverload ", con una soberbia producción de estudio y con canciones originales propias y algunas versiones de temas de STEVIE WONDER, SLY & THE FAMILY STONE y MARVIN GAYE obtuvo los mejores elogios de la critica internacional especializada, asi como el favor del público que se multiplicaba en cada una de sus apariciones en directo; En este CD "Funkoverload" que marcó una importante etapa en la carrera de MACEO aparecía por primera vez su jovencísimo hijo COREY PARKER cantando Rap en un par de temas; Asi mismo también colaboraba en el disco su viejo amigo FRED WESLEY con el trombón.

A principios del año 2000, MACEO PARKER nos volvió a sorprender con un excelente nuevo disco titulado "DIAL: M.A.C.E.O" con mayoría de canciones originales propias y algunas versiones muy especiales de temas de PAUL Mc CARTNEY, PRINCE y THE ISLEY BROTHERS; La producción en el estudio fue muy bien cuidada y en el disco además de su hijo COREY PARKER, aparecen también otros grandes artistas invitados como: PRINCE (Canta, toca varios instrumentos y le produce 2 temas), ANI DIFRANCO, JAMES TAYLOR y SHERYL CROW. Durante el último año MACEO PARKER no ha parado de actuar, siendo requerido para actuar en los festivales mas importantes y siguiendo realizando una media de 250 conciertos por año por todo el mundo.


http://www.indyrock.es/
http://www.andaluciajazz.com/entrevistas.htm

Maceo Parker - fotos




04 octubre 2006

Los cantos de Fátima Miranda


A continuación transcribo la trayectoria de esta original cantante española, cuya búsqueda como vocalista recuerda a las exploraciones de Meredith Monk, tal cual sugiriera un amigo. Pero de ninguna forma puede decirse que la emula o la copia. Tan solo es semejante. Basta con escucharla para descubrir los nuevos mundos propuestos por su voz. Una voz que es instrumento, que se rasga o se dulcifica, que induce a recorrer caminos muy personales y esmeradamente novedosos.

Desde su sitio pueden descargarse gratuitamente -y sin registrarse- algunas de sus canciones. No se lo pierdan.

Fátima Miranda nace en Salamanca y vive en Madrid. Tras finalizar sus estudios de Historia del Arte, se especializa en Arte Contemporáneo y publica dos libros sobre arquitectura y urbanismo. Su interés por las vanguardias le llevan a prestar atención especial a la performance-art, el vídeo-arte y la música minimalista, pero sobre todo a la relación arte-vida y artista-espectador. Guiada por ese hilo conductor y tras conocer al músico Llorenç Barber, encuentro que sería determinante para su evolución artística, fundó con aquél el grupo de improvisación Taller de Música Mundana. Cuando fue nombrada directora de la Fonoteca de la Universidad Complutense de Madrid (1982-1989) decidió simultanear ambas actividades con estudios de solfeo, saxofón alto y percusión. Muy pronto comenzó a descubrir en su voz un insospechado y precioso potencial que decidió explorar rigurosamente y hasta sus máximas consecuencias.

Desde 1983 viene realizando un trabajo de investigación en torno a la voz y a la música vocal de culturas tradicionales, que le ha llevado a emplear la voz no sólo como fuente sonora del canto y del habla, sino también como instrumento de viento y de percusión instalado en el propio cuerpo, y ello al servicio de la creación de todo un lenguaje musical propio.

En principio y a partir de un trabajo solitario, experimental y sistemático, desarrolló una serie de técnicas vocales únicas y personales, con las que confeccionó un catálogo para uso privado, ya que al ser éstas de invención propia y no contando con precedente alguno, precisaba clasificarlas y darles nombre, con el fin de fijar sus parámetros de timbre y registro y poder disponer de un código preciso a la hora de componer o de trabajar con otros compositores. Los primeros resultados de esta minuciosa tarea se vieron reflejados en Flatus Vocis Trio, grupo dedicado a la poesía fonética, y en su colaboración con el compositor francés Jean-Claude Eloy.

Entre 1983 y 1993 estudió bel canto con Esperanza Abad, Mª Dolores Ripollés, Jesús Aladrén y Evelyne Koch, con el fin de poder asociar unas y otras técnicas vocales, habitualmente consideradas incompatibles.

En 1987-1988 estudió en París técnicas vocales tradicionales con la japonesa Yumi Nara, gracias a una beca concedida por la Fundación Juan March.

En 1988 aprendió canto difónico mongol en el Museo del Hombre de París con Tran Quang Haï -consistente en la producción simultánea de dos emisiones vocales: la nota fundamental como bordón y la melodía producida por su serie de armónicos-. A partir de esta práctica descubre la importancia de la relación Escucha / Emisión de voz, aspecto en el que profundiza gracias también al Profesor Alfred Tomatis.

Desde 1988 hasta hoy, primero recibiendo cursillos en Francia y Holanda y más tarde a base de largas estancias en la India, tras haber obtenido en 1989 una beca del Ministerio de Asuntos Exteriores, estudia música y canto Dhrupad con diferentes miembros de la eminente familia Dagar. Esta tradición ha sido transmitida oralmente y con toda su pureza de padres a hijos desde el siglo XVII, durante diecinueve generaciones hasta hoy por dicha familia.

Como consecuencia de todo ello su trabajo se enriqueció enormemente a partir del entrenamiento de la escucha sutil de microtonos y de armónicos y por tanto de la emisión vocal de los mismos, siempre en función de la composición y de la armonía.

Es importante reseñar que si bien la forma y estructura de las obras de Fátima Miranda no guardan una semejanza con las músicas de aquellas culturas, en esencia sí se relacionan, pero sólo en lo que se refiere al tratamiento microtonal, al enfoque de la dinámica y del ritmo y a las variadas y refinadas formas de cantar.

Desde una posición deliberada de ruptura se trataba de hacer compatibles lenguajes musicales, vocales, gestuales y dramáticos, aparentemente ajenos, pero que de hecho guardan una estrecha relación entre sí e incluso con el patrimonio musical español. Tanto el carácter microtonal y exigente sentido rítmico del flamenco, las albórbolas gallegas (aturuxos) y vascas (irrintxis), los yodels baleares, el silbo gomero, como los timbres guturales, oscuros, graves, roques, chillones o brillantes, que a la vez colorean y dan carácter a numerosas manifestaciones de esta rica herencia musical, están presentes en culturas musicales como la india, japonesa, mongola, árabe, coreana, china o africana. De alguna manera Fátima Miranda había logrado poner aquello en rica y desprejuiciada convivencia con el bel canto, y todo ello en diálogo con opciones estéticas de vanguardia. Así en 1991 esta trayectoria cristalizaría en la creación de su concierto espectáculo para voz sola Las Voces de la Voz, del que ha sido editado un disco compacto.

En 1996 recibe la beca DAAD, siendo invitada como artista en residencia en Berlín.

En las obras que incluyen Concierto en Canto y ArteSonado, ambos también editados en D.C., al igual que en su anterior trabajo a solo, la voz es tratada bajo todas sus posibilidades de expresión cantada y hablada, empleando técnicas vocales occidentales, orientales, o bien de su propia invención, algunas de ellas multifónicas, con las que cubre un registro de cuatro octavas, sin valerse para ello de manipulación electrónica alguna. Ello unido al importante componente gestual, dramático y poético que acompaña sus actuationes, crea una variedad de ambientes y genera un tipo de emociones que hacen de éste un producto único que atrae la atención de un público de procedencia muy diversa.

La obra de Fátima Miranda, mas allá y además de un cultivado virtuosismo, procede de una lenta y consciente digestión de la vida misma: de sus viajes, de sus plurales estudios, de la equivocación, la contradicción, el juego, el hallazgo, la provocación, el sentido del humor y por supuesto de una exigente disciplina, pero superada y por tanto desprovista de rigidez, intención y exhibicionismo. La música y la voz de esta creadora, transgrede y trasciende por ser, sin querer ni poder evitarlo, lo que ella misma es.

http://www.fatima-miranda.com